9.11.11

Indignación



La exhibición de la muerte en primera plana de los periódicos y pantallas de televisión se ha hecho una costumbre. Ellos son el instrumento para que la guerra sea aceptada y que las invasiones tengan el visto bueno de una opinión pública que ha sido creada por estos mismo medios de comunicación. Por ello no es casual su despliegue para estar al principio de la guerra, generar toda la propaganda a favor de sus intereses con falsas victorias para desanimar al enemigo y terminar cuando ellos deciden que culminen, no sin antes mostrar su trofeo: la muerte. 

Cuando exhibieron el cuerpo sin vida de Muamar Gadafi en Sirte, Libia, el anticolonialista ya había sido sentenciado a la pena capital. Y continuarán asesinándolo mediáticamente para justificar la invasión a un país soberano que vivía un modelo distinto de participación social. En el Informe de Desarrollo Humano de 2011 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Libia aparece en el puesto 64 –considerado alto– y con una esperanza de vida al nacer de 74,8 años. 


23.8.11

Declaración de bienes de Andrés Arias

Hace casi dos décadas, en 1992, según reza el pie de imprenta, apareció Declaración de bienes, un poemario en donde Andrés Arias dejó algunas cuentas saldadas con la palabra y la poesía, con el amor y la muerte.
Arias nació en San Juan de los Morros, estado Guárico, en 1958, y buena parte de su vida residió en los Jardines de El Valle, Caracas. En la Universidad Central de Venezuela (UCV) estudió Sociología, en donde descubrió el hobby de ser tesista y la pasión por persistir en las “causas perdidas” cuando ciertos “intelectuales” gritaban a coro el “fin de la historia”.

Este 15 de agosto, cuando apenas estaba comenzado la noche, Andrés se fue sin despedirse. Es conocido que los poetas no se despiden y él tenía por costumbre ser el último en partir de cualquier reunión, mucho más si era quincena. Nunca había que claudicar ante la noche o el amanecer, o ante nosotros mismos.

2.8.11

Ricardo Piglia: El sueño de los neoliberales es la pesadilla de los pobres


por Raúl Cazal.


Saluda con una sonrisa e inmediatamente tiende la mano para estrecharla con efusividad. Así recibe Ricardo Piglia a quien va a su encuentro. A sólo horas de haber llegado a Caracas para ser protagonista de la ceremonia del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos –que este año le fue concedido a su obra Blanco nocturno–, también se conoció que en la Semana de la Novela Negra que se celebró a finales de julio en Gijón, España, le fue otorgado el Premio Hammett por esa misma novela. En 2010 ya había obtenido con ella el Premio de la Crítica de España.

–Eso me pone un poco incómodo –dice con gracia–. Un premio, dos, está bien; pero tres, es un exceso.

A los 16 años decidió ser escritor y emprendió la escritura de un diario en el que aparecen ya, dibujadas, partes de su futura narrativa. Recientemente publicó unos extractos en el suplemento Babelia, de El País, porque “quería romper un poco con ese mito de que los diarios eran algo secreto”. Sus novelas Respiración artificial, La ciudad ausente, Plata quemada y Blanco nocturno –diversas y disímiles– se entrelazan por medio del personaje Emilio Renzi, que apareció por primera vez en cuentos de La invasión y Nombre falso.

Para Piglia es un gusto estampar dedicatorias a los lectores en las primeras páginas de sus libros. Se fija en los cuadros del artista plástico Rómulo Maccio que ilustran las portadas de las primeras ediciones y revela que, además de proseguir con su diario, está escribiendo un libro de cuentos que llamará Historias personales. Al terminar de firmar la nouvelle Prisión perpetua y los volúmenes de ensayo Crítica y ficción, Formas breves y El último lector, confiesa sin agotarse:

–He escrito demasiados libros, me parece.

29.7.11

Las apariencias en Blanco nocturno de Ricardo Piglia

La lectura de las novelas del escritor argentino Ricardo Piglia no debe atenerse al orden cronológico en que fueron escritas y publicadas. Para el autor de Blanco nocturno (2010) –obra ganadora del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos 2011– ésta debería leerse después de Plata quemada (1997), luego proseguir con Respiración artificial (1980) y culminar con La ciudad ausente (1992).

“Yo veo las novelas como un continuo aunque las imagino muy diversas”, reflexionó Piglia en conversación con Rodrigo Fresán, y consideró que los “libros se escriben en una zona que no tiene que ver con ese desarrollo que uno puede imaginar para su propia vida”.

Estas cuatro novelas publicadas entre los años ochenta del siglo XX y la primera década del XXI, disímiles temáticamente, están enlazadas por el personaje Emilio Renzi –una suerte de conjunción del segundo nombre y apellido del autor– que apareció por primera vez, en 1967, en su libro de cuentos La invasión y luego en Nombre falso, en 1975.

15.6.11

John Reed por asalto

La primera y única vez que vi Reds Rojos, dirigida y protagonizada por Warren Beatty— fue hace 30 años. Apenas habían concluido mis clases en el liceo y no recuerdo que el título de la película haya sido traducida al español. No hacía falta, aunque por aquella época era un poco más hortodoxo de lo que puede ser hoy. Ya había pasado la moda de los zombies y para el Oscar de 1982 compitió con Indiana Jones en busca del arca perdida y la somnolienta Carros de fuego. Esta última ganó la mejor película, de la que sólo me ha quedado fijado en la memoria alguna parte de la música y unos carajos corriendo por una playa inútil. Beatty se quedó con la estatuilla de mejor director.

Esa fue la primera vez que sintonicé y me desvelé por una premiación del Oscar y vistos los resultados, lo dejé de hacer. En ese momento comprendí que todo estaba arreglado para que Reds no ganara. Sin embargo, luego consideré que fue un logro que Hollywood financiara una película de más de tres horas que trataba la vida de John Reed: un periodista estadounidense comunista que escribió sobre la Revolución Bolchevique —además de la Mexicana— y que al final muere de tifus en la Unión Soviética y es enterrado en el Kremlin.

Aunque el filme no era de culto, fue difícil consiguir a alguien para que me acompañara al cine a ver una película que nadie había visto ni recomendado. Esta sería la segunda que veía con la sala completa para unos pocos. La primera fue Manhattan, de Woddy Allen.

Con esta obra de Allen aprendí a no dar detalles que reflejaran los gustos propios porque una compañera de clase a la que siempre miraba embelesado llegó a preguntarme qué había hecho el fin de semana. Mirándola a los ojos y pensando en cómo besarían sus labios, le dije: Manhattan. Ella se sorprendió porque no la había visto y la descartó inmediatamente cuando le comenté que era en blanco y negro. También me descartó a mí con una sonrisa incómoda y buscó conversación con el primero que se acercó a nosotros. Sólo me faltó tropezar con un pupitre.

Reds es a color y el rojo no es lo que predomina como algunos podrían pensar. Betty logra retratar, más que a un hombre con pasiones y contradicciones, a una época en que el mundo se despertaba con revoluciones y guerras. Donde estallaba una revolución, se encontraba Reed. Es por ello que su obra periodística -México insurgente y Diez días que estremecieron al mundo- es considerada capital para aquél que quiere seguir los pasos del reportero que muestra la realidad sin desprenderse de su compromiso político y con la verdad.

12.6.11

Fragilidad

La memoria es frágil. Es por ello que constantemente hay que recordar que el gobierno de Hugo Chávez es una extraña “dictadura”. Para la derecha no es extraña, por supuesto. Es una dictadura aunque no comprenda su significado, así como el de democracia. Los términos participativa y protagónica, como lo expresa la Carta Magna, le son abstractos. Ellos prefieren democracia a secas debido a que se parece más a su forma de ir al mercado porque entre elegir desde un jabón hasta un presidente no hay mayor diferencia. En otras palabras, la democracia es consumo.

A esta interpretación burda hay que añadirle sus miedos atávicos a las supuestas amenazas que sufren sus libertades, en especial la de propiedad y de expresión, que “casualmente” siempre van unidas. La respuesta a estos ataques furibundos es la entrega de propiedad, desde vehículos hasta computadoras Canaima, pasando por viviendas para los sectores de la población que han sido marginados y por aquellos que fueron estafados por el mercado especulativo.

14.5.11

Roque Dalton: Quiero ser un poeta revolucionario hasta la muerte


por Raúl Cazal


Cuando se bifurcan las palabras poesía y revolución, aparece en el centro —como si fuera su turno— el nombre de Roque Dalton, poeta salvadoreño de profunda sensibilidad ante la injusticia y la desigualdad, por la que vivió cárcel y torturas, sentencias de muerte y exilios.

Militó en el Partido Comunista salvadoreño después de desechar la doctrina socialcristiana tras una entrevista periodística que realizó al muralista mexicano Diego Rivera. En ese tiempo estudiaba Derecho en la Universidad Nacional de Chile, en 1953. Sólo pretendía cumplir con su deber, pero encontró a Rivera “en uno de sus malos momentos”.

“Empezó a responderme cortésmente las preguntas hasta que no sé por qué se le ocurrió preguntarme mi filiación política, entonces yo le dije que era socialcristiano. Entonces él me preguntó, con aquella cosa exuberante que tenía, que cuántos años tenía yo. Yo le dije que dieciocho años. Me preguntó si yo había leído marxismo, yo le dije que no, entonces me dijo que tenía yo dieciocho años de ser un imbécil, y me echó”, rememoró Dalton en una grabación para Radio Habana Cuba que fue trasmitida en 1963.

10.5.11

Casa de Roque Dalton y otros lugares

Caracas, 10 May. AVN (Raúl Cazal).- Cuando supe de la existencia de Roque Dalton, hacía cuatro años que había sido asesinado. Me enteré por la tercera edición del libro Días y noches de amor y de guerra*, de Eduardo Galeano —premio Casa de las Américas en 1978—, que aunque Dalton se burló de la muerte que le habían sentenciado las dictaduras de El Salvador en dos oportunidades, la tercera fue la vencida y a traición.

A inicios de la década de los 80 leí sus poemas en Poesía trunca, una antología sobre la poesía latinoamericana revolucionaria, y más tarde cayó en mis manos Poesía, de Roque Dalton. Ambos libros fueron editados por Casa de las Américas y la selección de los poemas estuvo a cargo de Mario Benedetti.

Fue así como conocí al poeta salvadoreño y Casa de las Américas tenía mucho que ver. Primero fue su palabra impresa, luego su voz, que permanece en el Archivo de la Palabra y es difundida en CD bajo la colección “Palabra de esta América”.

29.3.11

El miedo de los medios de comunicación

Por Raúl Cazal


Una de las frases manidas por los políticos de oposición venezolanos es que en el país se gobierna bajo un sistema dictatorial que trasgrede uno de los derechos humanos fundamentales: la libertad de expresión. Esta denuncia se hace airadamente a través de los medios de comunicación privados y públicos en cualquiera de sus modalidades: impreso, radio y televisión. También en internet, aunque allí el desvarío es mayor.
A principios de 2011 una “novísima” organización política llamada Alianza por la Libertad de Expresión leyó un comunicado ante los medios televisivos Globovisión, Televen, Canal i y Venevisión y el circuito Unión Radio en donde presentaba unos supuestos 1.777 casos que vulneraban la libertad de
expresión en estos últimos ocho años, pero “sin una sola noticia censurada”, escribió en su columna dominical Eleazar Díaz Rangel [1].

20.3.11

“Inventé un Marx para mi propio uso”

Entrevista con Juan Barreto


Por Raúl Cazal


Entre guacamayas reales y de madera, Juan Barreto Cipriani fijó su residencia desde hace casi una década en Prado de María (El Cementerio) después de haber vivido buena parte de su vida en El Valle, en donde comenzó su militancia con apenas 14 años de edad en las filas del Partido Revolucionario de Venezuela, mejor conocido por sus siglas: PRV. Allí no duró mucho tiempo debido a que sus amigos se encontraban en la Liga Socialista y cambió inmediatamente de partido.

En las discusiones siempre va tomado de argumentos sustraídos de las lecturas del “pana Marx” y del “camarada Lenin”, como suele mencionarlos siempre con una sonrisa de cómplice. Llegó a ser dirigente estudiantil en la educación media y, más tarde, en la UCV, fue el principal redactor del manifiesto “Los estudiantes tomamos la palabra” que dio inicio a la creación del Movimiento 80.

18.3.11

Valijas made in USA


Los que abrieron la “valija diplomática” del gobierno de Estados Unidos en Argentina no tuvieron la misma suerte que María del Luján Tepuk —la que “descubrió” la del venezolano Antonini Wilson—, porque en lugar de recibir propuestas para salir en la revista Playboy, como sucedió con Luján, han sido sometidos al escarnio público por el emporios comunicacionales de Clarín y el periódico La Nación.

Estos medios de comunicación se plegaron a la postura del Gobierno estadounidense una vez que se enteraron que las autoridades argentinas habían revisado las cajas —lo que eufemísticamente se llama “valija diplomática”— en las cuales Estados Unidos pretendía introducir de manera subrepticia casi mil pies cúbicos de material que no figuraba en la declaración de ingreso a ese país. El canciller argentino Héctor Timerman aclaró que todo lo que estaba detallado en la lista de ingreso al país, recibió la autorización de entrada. Sólo retuvieron los “armamentos, drogas psicotrópicas y estupefacientes, así como varios elementos de almacenamiento de datos rotulados como secretos, instrumentos para el control de comunicaciones y emisiones de señales, y manuales operativos” que no fueron avisados oficialmente, así como “un baúl con medicamentos vencidos”.