8.10.10

Triunfo socialista en Venezuela

En las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre se enfrentaron dos visiones contrapuestas: socialismo contra capitalismo. Estos últimos usaron sus armas idológicas para generar terror en la ciudadanía a través de propaganda necrofílica sobre uno de los temas más sensibles: la seguridad; retomaron los temas anticomunistas sobre la propiedad privada y presentaron un plan populista basado en que, de llegar la oposición a la Asamblea Nacional (AN), “resolverían” los problemas del país. En otras palabras, revertirían todas aquellas leyes que hasta ahora han sido aprobadas. Mientras que por el lado de quienes propugnan el socialismo ofrecieron “mas poder para el pueblo” y radicalizar la revolución bolivariana.

El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ratificó ser la fuerza política más importante de Venezuela, a pesar de haber obtenido ciertos reveses en algunas localidades que suponían tener mayor apoyo según las últimas elecciones —presidencial y gobernadores—, pero resulta que esta elección no fue nacional, sino local y, específicamente, circuital.

También hay que resaltar que el resultado está basado en la combinación de una elección nominal de 110 diputados, 52 de representación proporcional (voto lista) y 3 por la representación indígena. Por tanto, el mayor peso estaba en la escogencia de diputados nominalmente.

Apenas el Consejo Nacional Electoral (CNE) dio a conocer los resultados, la oposición política intentó convencer de que la victoria le fue arrebatada ya que no existía proporcionalidad con los resultados obtenidos en todo el país. Este tipo de sumas tienen por objeto el afán de manipular y generar el caos como es su costumbre. Basta recordar, que tras los resultados del referendo revocatorio de 2004 —en donde el presidente Hugo Chávez salió victorioso—, presentaron la tesis del “cisne negro” los académicos Ricardo Hausmann* y Roberto Rigobon, en donde los “hechos [fueron] modelados de forma tal que la hipótesis se la [hizo] aparecer como tesis, [por tanto,] el método [utilizado por la oposición para interpretar los resultados del referendo revocatorio pasó] a ser un instrumento perverso, amoral, de dominación ideológica”**.

Pero si nos detenemos a analizar los resultados de esta oposición que dice no mirar para el pasado y logró subsistir gracias a una forzada unidad, revivió a Acción Democrática (AD), partido que todos suponían estaba en extinción, pero que logró 22 escaños de la AN. Le siguen los partidos de derechas Primero Justicia (15) y Un Nuevo Tiempo (una combinación de ex militantes de los dos primeros, 12).

Hace un lustro, la oposición retiró sus postulaciones a la AN bajo el pretexto de que no existía una confiabilidad en el secreto del voto, a pesar de que el CNE accedió a retirar las máquinas captahuellas, que era el aparato que sospechaban revelaba la intención del voto del elector. En esta oportunidad convencieron a sus electores de que las captahuellas y la votación son como el agua y el aceite.

Los que realmente perdieron espacio dentro de la nueva AN, fueron aquellos partidos que decidieron retirarle el apoyo a la revolución bolivariana: Podemos y Patria Para Todos (PPT), que se redujeron a tres y dos diputados, respectivamente. Aunque uno de ellos logra salir en Aragua gracias a los votos del partido de derechas Primero Justicia. En 2005 Podemos había obtenido 15 diputados con la alianza del Movimiento Quinta República (MVR), mientras que el PPT, 11 diputados. Pero después de la aparición del PSUV, Podemos quedó con 6 diputados y PPT con tan sólo 5. El presidente Chávez llegó a decir, palabras más, palabras menos: “A los traidores nos lo quieren en ninguna parte”. Y quedaron reducidos a una mínima expresión.

Por su parte, el PSUV deberá revisar en aquellos circuitos en donde no salieron favorecidos. Hay que advertir que los candidatos que presentaron en su mayoría eran caras nuevas, escogidas desde las bases en unas primarias inédita en la política venezolana. Caso contrario pasó con algunos candidados de la oposición, que se postularon nominal y, además, encabezaban en el voto lista.

Una vez conocida la distribución de las fuerzas políticas dentro de la AN, queda esperar cómo será su comportamiento. Al parecer, la oposición va por los mismos fueros de 2000-2005, periodo en que intentaron derrocar a Chávez mediantes golpe de Estado y sabotajes económicos. Su desesperación llega a tal punto que no quieren esperar hasta el 5 de enero de 2011 para empezar con su juego “político”.


Raúl Cazal
Le Monde diplomatique [edición venezolana]
Octubre 2010. No. 20

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* Ex ministro de Carlos Andrés Pérez en su segundo periodo presidencial. Fue miembro del directorio del Banco Central de Venezuela y presidente del Comité para el Desarrollo creado por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

**Oscar Viloria. “Cuando la disyuntiva electoral transgredió los espacios y límites de la ciencia y de la metodología”. En Análisis de Coyuntura. [online]. dic. 2007, vol.13, no.2, p.029-048. Disponible en http://www2.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-36172007000200003&lng=es&nrm=iso. ISSN 1315-3617.

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