4.9.10

La venganza de Lucas García


La venganza es un asunto de paciencia. Es por ello que Lucas García, en su libro de cuentos Payback, trae a colación una frase que se escucha como un susurro en la voz de Marlon Brando en El Padrino: “La venganza es un plato que se sirve en frío”.

También es el epígrafe de la película Kill Bill, de Quentin Tarantino. Es por ello que quizá caigamos en la tentación de encasillar los textos de García en el plano de una cinematografía retro o del comics, cuando realmente son referencias que dan guiño al lector en vez de una golpiza.

Payback reúne 15 cuentos con estilo de literatura negra aunque sus locaciones y locuciones son venezolanas. Sus textos van desde un homenaje a George Romero —mítico director de películas de zombies—, hasta la travesía de un personaje que busca a la desaparecida modelo y actriz Zöe Lund, pasando por historias de policías delincuentes y comandos de vecinos justicieros.

Tras cada relato encontramos que García, al estilo de los cuentos clásicos —Poe, Quiroga—, narra dos historias, como afirma Ricardo Piglia en “Tesis de un cuento”. En una, la historia se cuenta en primer plano; mientras que la otra, construye un secreto.

El secreto está en mostrar al criminal que es capaz de deslindar su trabajo del plano familiar. Tampoco se le escapa la anécdota, el humor y la fe, porque el mundo —visto como un noticiero— no puede ser tan atroz.

Payback apareció en los estantes de las librerías en el último trimestre de 2009, con el estreno editorial de Ediciones Puntocero, y diez años después de haber obtenido, cuando apenas García pisaba los veintiseis años, el premio literario Francisco Herrera Luque por su novela Rocanrol.

Esta ópera prima de García apareció a principios del siglo XXI y seguramente está armando con paciencia una trilogía, como tomada de una frase retro: “Sexo, payback y roncanrol”.

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