23.3.08

Como el ritmo de Cachao no hay dos

Israel López era conocido como Cachao, por su ritmo. Virtuoso en el contrabajo, o bajo –como se le llama actualmente–, compositor, arreglista y director de orquesta cubano que, con su hermano Orestes, creó el ritmo del mambo a partir del danzón.

“Mi hermano y yo tratábamos de agregar algo nuevo a nuestra música y produjimos una sección que llamamos danzón mambo”, había declarado en 2004 y hace apenas un año reconoció, con la humildad que le caracterizaba, que si no fuera por su compatriota Dámaso Pérez Prado “no se hubiera escuchado el mambo mundialmente”.

Cachao desde este sábado nos dejó su ritmo. Nació en La Habana en 1918, en la misma casa que vio luz José Martí en 1853. Miembro de una familia de músicos, hereda musicalmente el segundo apellido de su abuelo paterno, Aurelio López Cachao.

“Nacido de una familia loca por el bajo, por lo menos 35 miembros del clan Cachao han tocado el contrabajo en un momento y otro, bien con la Filarmónica de La Habana o en conjuntos populares. Algunos de ellos, como su hermano mayor, el difunto Orestes, eran músicos de talento reconocidos desde el conservatorio”, escribió Guillermo Cabrera Infante para la presentación de Master Session, Volume I, álbum que obtuvo el premio Grammy en 1995.

12.3.08

Leer nuevamente un libro

Ella tomó la revista El librero que estaba en el mostrador de la librería Ludens con mucho interés; pero en la medida que revisaba las páginas internas sus ojos mostraban algo parecido a la decepción hasta que se consiguió con una publicidad en la contraportada. Le impresionó porque mostraba todas las obras publicadas de Cormac McCarthy, el autor de No es país para viejos.

Leyó en voz alta, como si tuviera enfrente un auditorio que la escuchara, lo que supuestamente habría dicho Javier Marías: "Si alguien merece el premio Nobel, ese es Cormac McCarthy".

-Coño, voy a tener que leer nuevamente el libro -dijo sonriente.