30.10.06

Blogalaxia oculta y miente

He constatado, después de haberme suscrito hace apenas un par de semanas en el directorio de Blogalaxia, que hay un sesgo muy claro en este directorio de blogs o bitácoras en colocar de manera preferencial todos los temas que tienen que ver con Chávez, siempre y cuando se habla en contra de éste.

Es decir, las bitácoras que están contra la Revolución Bolivariana siempre son resaltados en el inicio de Blogalaxia y en las secciones, mientras que los que hablan a favor, no aparecen ni por equivocación.

Es por ello que digo: oculta. Pero sobre todo, minimiza páginas como La casa del Perro y de otra cantidad que están abiertamente a favor del proceso revolucionario que se vive en Venezuela.

Y por último, Blogalaxia miente, porque esto le ocurrió a este blog que, para aparecer en la sección Post Rankin, siguió al pie de la letra con lo que este directorio solicita. Al final de esta sección nos pregunta:

¿Cómo puedo aparecer aquí?
Sólo tienes que poner el código que explicamos aquí

Leí la explicación, hice lo pertinente y es por ello aparezco en el Post Rankin de la sección de literatura, creo. Ver imagen (en la parte izquierda):

Pero resulta que el blog que me acompaña en este Post Rankin no siguió con los pasos, al parecer, porque fui a leer a mi único competidor y mi sorpresa fue que, no solamante hablaba en contra de Chávez y del gobierno, sino que no tenía pegado el código que es requisito necesario para aparecer es esa sección.

Es decir, ¿cómo hace la gente para votar por un post que no tiene el código (o estrellitas) pegado en su blog? ¿Cómo hace para aparecer con cinco (5) votos? ¿De quiénes son esos votos si no se puede votar? ¿De los webmaster de Blogalaxia? ¿O es pura arbitrariedad?

Lo que me hace pensar que para estar en buena posición en Blogalaxia, irremediablemente tengo que escribir en contra de la Revolución Bolivariana, sobre cómo lloré de alegría por el triunfo de la nueva ídolo latinoamericana o por qué estoy molesto por el reportaje que apareció sobre los blogueros venezolanos en Todo en Domingo.

Al paracer, en este directorio todos son iguales, pero definitivamente, unos son más iguales que otros.

27.10.06

El totalitarismo de la democracia

Cada vez que se menciona la palabra “totalitarismo” algunas personas se asustan porque la primera imagen que le viene a la mente es Hitler (nazismo) o Mussolini (fascismo). Que sea, uno o el otro, eso dependerá de la gran cantidad de películas producidas por Hollywood que hayan consumido sobre la Segunda Guerra Mundial. Pero esto no queda allí, inmediatamente la relacionan con Stalin (comunismo) o Mao, Castro e inclusive Chávez. Por tanto, la conclusión, al parecer, se cae por su propio peso: Totalitarismo = Nazismo = Fascismo = Comunismo.

Es difícil hacer comprender a estas personas que la ecuación no es tan sencilla. Que lo que se nos ha instalado en nuestro pensamiento es la negación a pensar, a entender, lo que en realidad es a todas luces “totalitarismo” y que está incubado en lo que se ha denominado “democracia liberal”.
En los paquetes de té verde “Especias celestiales” figura una breve explicación de sus beneficios: “El té verde es una fuente natural de antioxidantes, que neutralizan las dañinas moléculas del cuerpo humano conocidas como radicales libres. Mediante la inhibición de los radicales libres, los antioxidantes ayudan a que el cuerpo mantenga su buena salud natural”. Mutatis mutandi, ¿no es la noción de totalitarismo uno de los principales antioxidantes ideológicos, cuya función ha sido durante toda su trayectoria la de inhibir los radicales libres y ayudar así al cuerpo social a mantener su buena salud política-ideológica?
La cita es tomada del inicio del libro ¿Quién dijo totalitarismo? Cinco intervenciones sobre el (mal) uso de una noción, de Slavoj Zizek, y provoca copiar más de un par de páginas para entender que lo que llaman “totalitarismo” a los sistemas que no son liberales, son unos totalitarios o totalitarias.
A lo largo de toda trayectoria, el “totalitarismo” ha sido una noción ideológica que ha apuntalado la compleja operación de “inhibir los radicales libres”, de garantizar la hegemonía demoliberal; ha permitido descalificar la crítica de izquierda a la democracia liberal como el revés, el “gemelo” de las dictaduras fascistas de derechas. Y es inútil tratar de redimir el “totalitarismo” mediante su división en subcategorías (poniendo el acento en las diferencias entre la modalidad fascista y la comunista). Desde el momento en que uno acepta la noción de “totalitarismo” queda inserto firmemente en el horizonte democrático liberal.
Durante la década de los años veinte del siglo pasado, Mussolini fue el primero que utilizó el término de “Estado total” “como una designación para la Italia fascista. No obstante, la noción de ‘totalitarismo’ fue eleborada por la crítica liberal”, acota el filósofo eslovenio Zizek.
Este libro pretende, pues, mostrar que la noción de totalitarismo, lejos de ser un concepto teórico efectivo, es una especie de subterfugio que, en lugar de permitirnos pensar, y obligarnos a adquirir una nueva visión de la realidad histórica que describe, nos descarga el deber de pensar e, incluso, nos impide activamente que pensemos.
Zizek nos invita a que no nos dejemos chantajear por el advenimiento de un nuevo holocausto a fin de que renunciemos a cualquier compromiso radical porque la defensa de los liberales es mantener el orden existente y cualquier intento de cambiar las cosas, para estos, es peligroso e inaceptable.
La afirmación neoliberal de que cualquier proyecto político emancipatorio desemboca finalmente en alguna de las versiones de la dominación y el control totalitarios. De esta forma, el liberalismo consigue asociar los nuevos fundamentalismos étnicos y (lo que queda de) los proyectos emancipatorios de la izquierda, como si estas dos realidades estuvieran “intimamente relacionadas” y fueran dos caras de la misma moneda, ya que ambas aspiran el “control total”… (esa combinación es la nueva forma de la vieja noción liberal de que el fascismo y el comunismo son dos formas de la misma degeneración “totalitaria” de la democracia).

25.10.06

Si Rulfo hubiera sido venezolano

La segunda edición de El Librero –una revista gratuita que dirige acertadamente Sergio Dahbar– publicó una entrevista al escritor venezolano Eduardo Liendo. Y, lamentablemente, la entrevistadora en vez de aprovechar para conversar sobre literatura o la vida, le pregunta las cosas más hirientes y lacerantes que le pueden hacer a un escritor: distribución, exhibición y venta de sus libros.

De esas respuestas sale una frase para el título de la entrevista: “Si Rulfo hubiera sido venezolano, sus obras serían semi-clandestinas”. Pero inmediatamente después, Liendo afirma que “quizás a Gabriel García Márquez le hubieran dado el Premio Nacional de Literatura en decisión dividida. Porque nosotros, los venezolanos requerimos siempre del juicio de los otros para valorar nuestros propios autores”.

De lo que no se percata Liendo es que Juan Rulfo quizá sea semiclandestino en México, incluso en DF. Recuerdo que Octavio Paz se quejaba de que la primera edición de sus libros era de ocho mil ejemplares. Y, para más señas, los primeros mil ejemplares de la novela Pedro Páramo fue a parar a los depósitos de la editorial Fondo de Cultura Económica porque no se vendieron.

La sorpresa vino después, cuando un catedrático estadounidense escribió un ensayo sobre la novela y fue reseñada en los medios. Es decir, Rulfo salió de la clandestinidad gracias a que alguien, algún foráneo, dijo que su obra era el espejo de una realidad cultural.

Sobre Gabriel García Márquez quizá pueda estar de acuerdo, aunque las distinciones nunca dicen mucho. El Gabo recibió el Premio Nacional de Literatura de Colombia en 1963, es decir, antes de haber sido publicada la novela que lo consagró, Cien años de soledad (1967). Obra que, por cierto, fue rechazada por varios editores, entre ellos, por su amigo Carlos Barral —editor de Seix Barral— que le recomendó que se dedicara a otra cosa. Por suerte el Gabo no se desanimó. La historia posterior es harto conocida y la anterior, también.

A Isabel Allende la editorial Monte Avila le rechazó La casa de los espíritus; a Julio Cortázar un amigo le aconsejó destruir “El perseguidor” y existen más casos, pero menciono estos, nada más, para no aburrirlos con una lista de desaciertos editoriales. En tal caso, si hay una decisión dividida será porque se tiene más de un Gabo para un solo premio y eso, malo no es.

Quizá en Venezuela hay mucho por hacer, por escribir, por discutir. En el campo literario, por conocer, por supuesto. Hasta ahora sólo tengo el conocimiento de un caso virtual que intenta recoger de manera sitemática a los autores venezolanos y que se quedó corto con el nombre: Ficción breve. También existe el portal Sololiteratura, pero está incompleto, ni siquiera aparece indexado José Roberto Duque. Qué pena con ese señor.

Y para terminar, en los anaqueles de las librerías se puede encontrar Quiénes escriben en Venezuela. Diccionario de escritores venezolanos (siglos XVIII a XXI), de Rafael Ángel Rivas y Gladys García, pero también se puede conseguir en digital en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Por cierto, al principio de este intento de artículo presenté a Eduardo Liendo como “escritor venezolano”. Llegará el día en que nos acostumbremos a decir solamente “escritor”, a secas.

21.10.06

Ojo con las fotos

La fotografía nos interroga, “nos lee”, dice Juan José Millás en su libro Todo son preguntas.

En los periódicos, revistas y libros, ese álbum social y colectivo, encontraremos aquellas fotos que seguro no están en el familiar. En este último, generalmente, encontraremos los momentos felices. Mientras que en el social podemos encontrar los momentos trágicos, aquellos que nadie guarda en privado.

En un álbum familiar, por ejemplo, no se encuentra la foto de un velorio, mucho menos la de un entierro. Nadie quiere tener un recuerdo de la muerte. Pero sí del nacimiento de su hijo o del cumpleaños.

Recuerdo las palabras de una amiga que le decía a su esposo fotógrafo que para el momento del parto no se llevara su cámara profesional con película en blanco y negro, asa 400. Le exigió que se llevara una sencilla o desechable, con rollo a color y de asa 100. Ella no tenía nada en contra de sus fotos en blanco y negro, es más, le gustaba en demasía, era una de sus mejores promotoras de su trabajo, pero prefería tener un recuerdo a color de su primer parto. Aunque fuera por cesárea.

Pero de las fotos que habla Millás, es de aquéllas que aparecen en el álbum colectivo. Es así, que presenta 31 fotos en este libro y se interroga con igual número de textos que nos obliga a repensar lo que vemos. Que la foto no es sólo la foto, que ella nos habla sin decir una sola palabra. Es un ejercicio que muchos crearán que es visual, pero que tiene que ver más con el ejercico de la vida y del pesamiento.

20.10.06

Ch de Chávez, de Chomsky o del Che

Desde hace más de dos décadas me hicieron creer que la letra ch había desaparecido del abecedario, pero buscando en www.rae.es me conseguí con esta perla:

ch.



1. f. Dígrafo que, por representar un solo sonido consonántico de articulación africada, palatal y sorda, como en mucho o noche, es considerado desde 1803 cuarta letra del abecedario español. Su nombre es che.

ORTOGR. En la escritura es inseparable.

La Ch existe, entonces. Así no la nombremos en el abecedario. Y eso quiere decir que, lo que es bueno para la Ch, es buena para la Ll (elle).

Por lo tanto, si queremos deletrear Chávez, debemos decir: Che-a-ve-e-zeta. Igual con Chomsky: Che-o-eme-ese-ka-ye. Y con el Che: Che-e.

Esto me recuerda un pasaje de la novela Palinuro de México*, de Fernando del Paso, en donde el personaje se exasperaba porque nadie podía pronunciar su nombre (Palinuro) cada vez que se presentaba. Pali… ¿qué?, le decían. Por lo que optó por deletrear su nombre.

Si mal no recuerdo, decía el personaje: Escriba, señorita: P de Palinuro, A de Alinuro, L de Linuro, I de Inuro, N de Nuro, U de Uro, R de Ro y O de O.

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* Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos 1982.

19.10.06

La novela negra como obsesión

La novela negra ha generado un inusitado interés en escritores venezolanos. Algunos lo venían cultivando desde hace años, mientras que otros, seguramente, lo hacían en secreto.

Traigo a colación este tema porque hoy se presenta el más reciente libro de Ana Teresa Torres, Nocturama, que según reza en la contratapa, “puede leerse como una hermosa y terrible alegoría de estos tiempos, en cualquiera de nuestras grandes capitales, condenadas a su propia destrucción; como una novela negra, en el que el personaje despierta sin saber quién es y qué hace es medio de esa ciudad sin nombre…”.

Debo admitir, antes de continuar, que no he leído profusamente este género literiario que apasiona a tantos lectores y que reúne anualmente a escritores en la Semana Negra de Gijón, España.

Por ello, éste es sólo un recordatorio personal de algunas obras que me quedan por leer y que guardo cierto interés, a saber: Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño y las obras de Raymond Carver.

Hace más de una década leí La pesquisa, de Juan José Saer –obra que me hizo lector de este autor–, y ahora estoy con la primera novela que escribió Paul Auster y que firmó bajo el seudónimo de Paul Benjamin, Jugada de presión.

Esta novela de Auster me recuerda a la película China Town. Al parecer, es un homenaje a los clásicos de la novela negra norteamericana. Es decir, que con leer este libro, uno se ha leído una buena parte de ese género. Eso espero.

Hace unos días el periodista Héctor Bujanda recibió el premio “Adriano González León” por su obra “La última vez” y respondió a periodistas que su novela está inscrita en ese género.

Eloi Yagüe también obtuvo el premio “Salvador Garmendia” por su novela “Cuando amas debes partir”. Este ha obtenido en 1998 el premio “Juan Rulfo” en la mención Semana Negra, otorgado por Radio Francia, por el cuento “La inconvenencia de servir a dos patronos” y que se encuentra en el libro Esvática de sangre.

Alfadil Ediciones, ahora Editorial Alfa, promueve la colección Alfa 7, donde se encuentran obras de los escritores Marcos Tarre Briceño, Aléxis Rosas, José Pulido, Luis Medina, Roberto Echeto, Alberto Arvelo Ramos y Ana Teresa Torres.

No se si esto es un indicio favorable para este género en Venezuela, como tampoco sabría decirles si en nuestro patio se está cultivando la novela negra entre lectores y escritores. Amanecerá… y veremos.

14.10.06

Libro de Blum revela conexiones de la NED con el terrorista Posada Carriles

Conexiones de la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés) con el terrorista Luis Posada Carriles revela el ex funcionario de Asuntos Exteriores en el Departamento de Estado de Estados Unidos William Blum en su libro El Estado agresor, de reciente aparición en las librerías de Caracas.

Blum afirma que la NED «entre 1990 y 1992 aportó 250 millones de dólares de los contribuyentes a la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA), un grupo ultrafanático de oposición a Fidel Castro».


«La FNCA financió entonces a Luis Posada Carriles, uno de los terroristas más prolíficos y despiadados de los tiempos actuales», denuncia Blum.

Venezuela reclama la extradición de Posada Carriles para seguirle juicio por la voladura de un avión cubano en 1976, suceso que dejó 73 muertos. Actualmente, el terrorista se encuentra detenido en Estados Unidos por ingreso ilegal en su territorio. Las autoridades judiciales de ese país han negado su deportación a Venezuela y alegan el cumplimiento de las normas internacionales contra la tortura.

En un apretado capítulo denominado «El Caballo de Troya: La Fundación Nacional para la Democracia», Blum demuestra que el objetivo de la NED es luchar contra los gobiernos progresitas y de izquierda en el mundo.

Los programas de la fundación imparten «la filosofía fundamental de que los ciudadanos están mejor atendidos bajo un sistema de libre empresa, mínima intervención gubernamental en la economía y oposición a cualquier forma de socialismo», sentencia el autor.

Entre las organizaciones que en Venezuela reciben financiamiento de la NED se encuentran: Súmate, organización política encargada de realizar las primarias para escoger al candidato de la oposición de cara a los comicios presidenciales de diciembre próximo; el Instituto de Prensa y Sociedad (IPS), y la Asociación Civil Liderazgo y Visión, entre otras.

La NED fue creada a principios de los años 80 durante la presidencia de Ronald Reagan, debido a las revelaciones negativas que sobre la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) habían aparecido en la segunda mitad del 70.

Blum afirma que «la CIA ha estado blanqueando dinero a través de la NED» y se fundamenta en las declaraciones del colaborador en el esbozo de la legislación de la fundación, Allen Weinstein, que publicara Washington Post en 1991.

«Gran parte de lo que estamos haciendo actualmente, la CIA ya lo hacía en secreto 25 años atrás», había reconocido Weinstein.

En el libro se revela también el importante papel que jugó la NED en el conflicto Irán y Contras (grupo subversivo armado de los años 80 contra el Gobierno sandinista en Nicaragua) con el financiamiento «de componentes claves de la red del oscuro Proyecto Democracia de Oliver North, que privatizaba la política exterior de Estados Unidos, practicaba la guerra, traficaba con armas y con drogas y estaba envuelta en otras actividades igual de encantadoras».

Raúl Cazal. Agencia Bolivariana de Noticias, ABN. Publicada el 31.05.2006

13.10.06

Bolívar hoy

Se muy bien que el título “Bolívar hoy” no es muy creativo. Es cierto, me copio de un libro de ensayos de Arturo Úslar Pietri que publicó en 1983 con el sello Monte Avila Editores y cito un párrafo sin más preámbulo:
...el fracaso material de su empresa de integración americana resulta hoy, desde la perspectiva secular, su mayor triunfo y su más incomparable título. Lo que pensó y lo que dijo sobre lo que él llamaba “la patria de los americanos” sigue teniendo el vallor planetario de una necesidad histórica. Podría decirse hoy, con más razón que nunca, que la disyuntiva para esta América no es otra cosa que realizar el proyecto bolivariano o resignarse al papel de comparsa en el drama del mundo.
Si no fuera porque la revolución bolivariana ha retomado el discurso de la integración latinoamericana, las palabras de Úslar Pietri sonarían muy históricas, muy catedráticas, pero sobre todo, muy utópicas.

Hoy la integración tiene cara de solidaridad, un concepto que es difícil de entender porque lo normal, lo clásico, es dar y recibir en contante y sonante.

Este libro cayó en mis manos después de haber visto la puesta en escena de la obra teatral Monserrat. Al salir del teatro lo conseguí en un puesto de venta de libros de viejo. Lo adquirí sin muchas expectativas. Especialmente, porque intuía que me iba a encontrar con un pensamiento reaccionario, pero para mi sorpresa, guarda mucha sintonía con el proceso que hoy estamos viviendo en Venezuela.

Me vino a la mente este libro, porque cuando estaba camino al Metro de Colegio de Ingenieros, un barrendero le decía a otro mientras limpiaban la calle: “Nosotros podemos ser un país poderoso, gracias al petróleo, y podríamos dominar a otros.”

Sin lugar a dudas que todavía falta mucho por hacer. Especialmente si se sigue pensando desde el punto de vista de la dominación y no desde la liberación.

Por esto, traigo a colación el último texto de Úslar Pietri en el libro Bolívar hoy (1983). Es un discurso ante el extinto Congreso Nacional y seguro causará muchas ronchas a quienes predican el antibolivarianismo por el simple hecho de estar en contra del presidente Chávez:
Partamos al encuentro de Bolívar para que, puesto a nuestra cabeza, nos guíe y conduzca por entre el laberinto de asechanzas y riesgos que amenazan nuestro porvenir de nación.

Venezuela no puede ser un capítulo transitorio de la leyenda de la riqueza petrolera en el mundo, sino la realización plenaria de la obligación que contrajo irrevocablemnte con el destino el día en que floreció de su gente Simón Bolívar.

Así de grande y de ineludible es el compromiso de honor que adquirimos todos los días de nacer venezolanos.

Altos Magistrados Constitucionales de la República.

Ciudadanos Senadores.

Ciudadanos Diputados.

A las puertas de la Soberanía Nacional está el Libertador. ¡No lo hagamos esperar!

3.10.06

Ni política, ni literatura. ¡¡¡Música!!!

Gracias a La merienda del Negro descubrí a un grupo musical que combina, mezcla y hace de las suyas para que dos corrientes que consideramos opuestos a simple oído suenen como si fueran hechos el uno para el otro. Les hablo de la música clásica* y la salsa y el grupo que hace posible que estos dos ritmos o como quiera que se llamen, es Klazz Brothers & Cuba Percussion. Es decir, la combinación o mezcla de un trío de alemanes y un par de cubanos.


Hace más de tres décadas me había maravillado con Sonido Bestial, de Richie Ray. Una pieza que en plena descarga, cuando está sonando como bestias, el solo de piano se lanza una melodía que siempre creí era de Chopin.

En aquella oportunidad pensé que podía ser un extracto de La Polonesa. Después me enteré que la pieza original siempre fue un extracto –o varios– y que nunca pudo culminarlo su creador. O por lo menos, de esto último estoy enterado.

En la Salsa han confluido más de un ritmo que le suponen opuesto, pero la riqueza de esta expresión musical es justamente esa posibilidad de confluir, mezclar, combinar hasta aquello que pareciera imposible.

Por ello, cuando escucho a estos alemanes y cubanos acompañados de la Müncher Rundfunkorchester y dirigida por Roger Epple, me sorprenden por la manera en que utilizan la estructura de piezas de Bach, Mozart, Beethoven o Litz para desprenderse con las congas y los timbales.

Después de haber escuchado Cinco Salsa, la Quinta Sinfonía de Beethoven ya no va a ser la misma. Al toque de las primeras notas de esta sinfonía, reflectivamente me llevarán a imitar a un congero. Y no me importará si desafino.

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* Seguro que El Perro Duque va a aullar: ¿Que quién me dice a mi que la salsa no es clásica? De todas maneras, Duque, te espero en la bajadita.